¿Quién fue?: Hijo y sucesor del del Rey David. Mandó la construcción del Templo de Jerusalén. Se le recuerda como un buen gobernante, que pide a Dios sabiduría para gobernar a su pueblo en lugar de poder y riquezas.
El Territorio de Israel Durante el Reinado de Salomón:
Cuando los judíos, expulsados de Egipto, llegaron a Palestina guiados
por Moisés, se distribuyeron en el territorio sin conformar un estado.
El vínculo que los unía era el religioso, aceptando eventualmente a un
solo caudillo cuando eran atacados por sus enemigos, el cual unía a
varias tribus bajo su autoridad durante el tiempo que durara el peligro.
Entre estos caudillos, llamados jueces, destacaron Gedeón, Sansón y
Samuel.
A finales del siglo XI a.C. se crea el reino de Israel, el primer rey fue Saúl. Su sucesor, David, conquistó Jerusalén, convirtiendola en la capital del reino, sometió a los filisteos y extendió los dominios hasta el mar Rojo. Le sucedió en el trono su hijo Salomón, en cuyo reinado, transcurrido durante el siglo X a.C., Israel alcanzó la cima de la prosperidad y el poder, disfrutando de un periodo poco común de paz que duró hasta la muerte de este soberano. El territorio que formaba parte del reino de Salomón se extendía desde el Río Éufrates hasta el mar Rojo, que hacía el límite natural con Egipto, rodeado de los estados nacionales de Transjordania, los estados neo-hititas del norte de Siria y Anatolia oriental y los estados fenicios distribuidos en el litoral sirio-libanés. Si pasamos estos límites a un mapa actual, el reino de Salomón abarcaría gran parte del Israel moderno y zonas de lo que hoy conocemos como Egipto, Palestina, Jordania, Siria y el Líbano.
En el Antiguo Testamento (1Reyes, 4:21, 24) se menciona la grandeza de Salomón, cuyo poder se extendía por todo el territorio a este lado del río Éufrates, desde Tifsaj hasta Gaza, sobre todos los reyes de esta región, reinando la paz en todas sus fronteras. Esta referencia bíblica es muy interesante, ya que alude al posible vasallaje de todos los pequeños reinos de este territorio a Salomón, citándose como límites del reino de Gaza, en la costa mediterránea, y Tifsaj o Tafsa, esta última población pudo ser un puerto importante en el cauce del Éufrates desde donde Salomón controlaba la ruta comercial que configuraba este importante río.
En la costa mediterránea al pie de las montañas del Líbano se desarrolló “Fenicia”, con sus prosperas ciudades de Biblos, Sidón y Tiro, entre otras. Durante los reinados de David y Salomón se forjaron fuertes lazos políticos y comerciales con los fenicios gobernados por Hiram de Tiro (1Reyes 5:1, 12), el cual facilitó maderas de ciprés y de cedro del Líbano para la construcción de barcos y edificaciones, fundamentalmente el templo de Jerusalén. La influencia del arte fenicio (cerámicas, metales, marfiles, joyas) llegó a las poblaciones israelitas y se difundió por las costas del Mediterráneo mediante el comercio colonial que pusieron en práctica las ciudades fenicias.
En tiempos de David y de Salomón, hubo en el ejercito israelita valientes soldados hititas llegados de la frontera septentrional, se trata de los heteos de la Biblia (1 Samuel 26:6; 2 Samuel 11:3 – 12:10).
Un recurso político para fomentar las relaciones diplomáticas fue desposar mujeres procedentes de diferentes estados fronterizos. Salomón amó a mujeres moabitas, amonitas, edomitas, sidomitas e hititas (1 Re 11, 1), probablemente princesas de las ciudades-estados del norte de Siria. También estuvo casado Salomón con una princesa egipcia, unión para facilitar las relaciones (1 Re 3,1) entre ambos reinos, ya que Egipto estaba experimentando a lo largo del siglo X un periodo de gran decadencia.
Durante el reinado de Salomón florecieron las ciudades fortificadas (Hazor, Megido, Guezer, Laquis) distribuidas por el territorio de Israel, formado por tierras menos fértiles que las de Egipto y Mesopotamia, pero con amplias llanuras aptas para el pastoreo y el cultivo. El grano cultivado en estas llanuras era recogido en las denominadas ciudades almacenes, donde se guardaban productos agrícolas, fundamentalmente los cereales. También existían las ciudades con abundantes depósitos para el aprovisionamiento y establos para carros y caballos; una de las más importantes en el reinado de Salomón fue Megido, donde las excavaciones aqueológicas han sacado a la luz 450 establos.
Al morir Salomón en el último cuarto de siglo X a.C. se produjo una fuerte rivalidad entre las doce tribus que conformaban Israel, lo que hizo que el reino se dividiera en dos estados: al sur el reino de Judá con dos tribus (Benjamín y Judá) ocupando el territorio entre el Mar Muerto y el Mar Rojo, cuyo rey fue Roboam y su capital Jerusalén; y al norte el reino de Israel, de mayor extensión y poder, formado por diez tribus gobernadas por Jeroboán distribuidas entorno al río Jordán y el actual lago Tiberiades, con capital en Samaría.
La idea de frontera actual no tiene mucho que ver con los límites de los reinos e imperios en la Antigüedad cuyos límites fluctuaban en relación con el poderío o decadencia de los diferentes pueblos que habitaban un territorio. La extensión de Israel durante el reino de Salomón llegó a ser la más amplia de toda la historia antigua de este pueblo, limitando al norte con Siria y el río Éufrates donde estaría situado el pueblo fluvial de Tifsaj, al sur con Egipto, al este con el desierto de Arabia y al oeste con el Mediterráneo.
(Texto de Andrés Martínez Rodríguez, Director del Museo Arqueológico Municipal de Lorca).
A finales del siglo XI a.C. se crea el reino de Israel, el primer rey fue Saúl. Su sucesor, David, conquistó Jerusalén, convirtiendola en la capital del reino, sometió a los filisteos y extendió los dominios hasta el mar Rojo. Le sucedió en el trono su hijo Salomón, en cuyo reinado, transcurrido durante el siglo X a.C., Israel alcanzó la cima de la prosperidad y el poder, disfrutando de un periodo poco común de paz que duró hasta la muerte de este soberano. El territorio que formaba parte del reino de Salomón se extendía desde el Río Éufrates hasta el mar Rojo, que hacía el límite natural con Egipto, rodeado de los estados nacionales de Transjordania, los estados neo-hititas del norte de Siria y Anatolia oriental y los estados fenicios distribuidos en el litoral sirio-libanés. Si pasamos estos límites a un mapa actual, el reino de Salomón abarcaría gran parte del Israel moderno y zonas de lo que hoy conocemos como Egipto, Palestina, Jordania, Siria y el Líbano.
En el Antiguo Testamento (1Reyes, 4:21, 24) se menciona la grandeza de Salomón, cuyo poder se extendía por todo el territorio a este lado del río Éufrates, desde Tifsaj hasta Gaza, sobre todos los reyes de esta región, reinando la paz en todas sus fronteras. Esta referencia bíblica es muy interesante, ya que alude al posible vasallaje de todos los pequeños reinos de este territorio a Salomón, citándose como límites del reino de Gaza, en la costa mediterránea, y Tifsaj o Tafsa, esta última población pudo ser un puerto importante en el cauce del Éufrates desde donde Salomón controlaba la ruta comercial que configuraba este importante río.
En la costa mediterránea al pie de las montañas del Líbano se desarrolló “Fenicia”, con sus prosperas ciudades de Biblos, Sidón y Tiro, entre otras. Durante los reinados de David y Salomón se forjaron fuertes lazos políticos y comerciales con los fenicios gobernados por Hiram de Tiro (1Reyes 5:1, 12), el cual facilitó maderas de ciprés y de cedro del Líbano para la construcción de barcos y edificaciones, fundamentalmente el templo de Jerusalén. La influencia del arte fenicio (cerámicas, metales, marfiles, joyas) llegó a las poblaciones israelitas y se difundió por las costas del Mediterráneo mediante el comercio colonial que pusieron en práctica las ciudades fenicias.
En tiempos de David y de Salomón, hubo en el ejercito israelita valientes soldados hititas llegados de la frontera septentrional, se trata de los heteos de la Biblia (1 Samuel 26:6; 2 Samuel 11:3 – 12:10).
Un recurso político para fomentar las relaciones diplomáticas fue desposar mujeres procedentes de diferentes estados fronterizos. Salomón amó a mujeres moabitas, amonitas, edomitas, sidomitas e hititas (1 Re 11, 1), probablemente princesas de las ciudades-estados del norte de Siria. También estuvo casado Salomón con una princesa egipcia, unión para facilitar las relaciones (1 Re 3,1) entre ambos reinos, ya que Egipto estaba experimentando a lo largo del siglo X un periodo de gran decadencia.
Durante el reinado de Salomón florecieron las ciudades fortificadas (Hazor, Megido, Guezer, Laquis) distribuidas por el territorio de Israel, formado por tierras menos fértiles que las de Egipto y Mesopotamia, pero con amplias llanuras aptas para el pastoreo y el cultivo. El grano cultivado en estas llanuras era recogido en las denominadas ciudades almacenes, donde se guardaban productos agrícolas, fundamentalmente los cereales. También existían las ciudades con abundantes depósitos para el aprovisionamiento y establos para carros y caballos; una de las más importantes en el reinado de Salomón fue Megido, donde las excavaciones aqueológicas han sacado a la luz 450 establos.
Al morir Salomón en el último cuarto de siglo X a.C. se produjo una fuerte rivalidad entre las doce tribus que conformaban Israel, lo que hizo que el reino se dividiera en dos estados: al sur el reino de Judá con dos tribus (Benjamín y Judá) ocupando el territorio entre el Mar Muerto y el Mar Rojo, cuyo rey fue Roboam y su capital Jerusalén; y al norte el reino de Israel, de mayor extensión y poder, formado por diez tribus gobernadas por Jeroboán distribuidas entorno al río Jordán y el actual lago Tiberiades, con capital en Samaría.
La idea de frontera actual no tiene mucho que ver con los límites de los reinos e imperios en la Antigüedad cuyos límites fluctuaban en relación con el poderío o decadencia de los diferentes pueblos que habitaban un territorio. La extensión de Israel durante el reino de Salomón llegó a ser la más amplia de toda la historia antigua de este pueblo, limitando al norte con Siria y el río Éufrates donde estaría situado el pueblo fluvial de Tifsaj, al sur con Egipto, al este con el desierto de Arabia y al oeste con el Mediterráneo.
(Texto de Andrés Martínez Rodríguez, Director del Museo Arqueológico Municipal de Lorca).
¿Cómo procesiona?: Le preceden: por un lado, un caballo sin montura, ricamente enjaezado, representando el momento de la entronización de Salomón (I Re. 1, 33-34), cuando el anciano rey David manda montar en su caballo a Salomón para que el pueblo viese que él era el elegido para sustituirlo; y por otro, su madre, Betsabé escoltada por los Heraldos de Salomón, los tres embajadores que envió al rey de Tiro para solicitarle las maderas de cedro y los artífices necesarios para construir el Templo.
El Rey Salomón conduce carro triunfal decorado con cientos de conchas de Nácar, estrenado en el año 2008, y tirado por dos caballos, siendo servido por palafreneros.
Director Artístico: Emilio Felices en el año 1.932, y fue renovado por completo en el año 2007 utilizando el primitivo dibujo del anterior Director Artístico.
Datos de Interés: Arrastra un gran manto negro en cuyo medallón central aparece el propio rey paseando con el mismo carro y el mismo manto ante el Templo, es decir, podemos contemplar la misma imagen 3 veces, una en la realidad y otras dos en el propio manto. Destaca la original cenefa que bordea al manto, compuesta de funcionarios, cortesanos y embajadores de otros reinos (Mencionar la aparición de la propia Reina Balkis de Saba entre ellos), todos bordados en seda. Las grecas que separan estos personajes y que decoran el Medallón central están bordadas en Oro.
(En la Izquierda se muestra el Manto primitivo del Rey Salomón; En la Derecha aparece el renovado)
CABALLERÍA DEL REY SALOMÓN
¿Qué representan?: Simbolizan los cuatro límites
geográficos que marca la Bíblia para el imperio salomónico (I Re. 4): el
Eúfrates, Egipto, Tafsá y Gaza.
¿Cómo procesionan?: Se lucen en la procesión gracias a cuatro magnates a caballo que escoltan al Rey Salomón.
Director Artístico: Emilio Felices en el año 1.933
(Sedas) y D. Teruel en el 1.983 (Oro), fueron los encargados de la
dirección de los mantos anteriores, renovados por completo este año,
2009, bajo la dirección de D.Antonio Felices.
Datos de Interés: Los nuevos mantos de la caballería de
Salomón presentan bordadas en la parte superior las referencias
geográficas de los límites de su reino (Éufrates, Gaza, Tifsaj y
Egipto), escritos en hebreo y dentro de una estrella de seis puntas
compuesta por dos triángulos enlazados para formar el "Maguén David",
estrella considerada universalmente como el emblema del Judaísmo.
La parte central está ocupada por unos ricos medallones bordados en sedas, cubiertos de ricas cenefas en Oro y sedas en el abanico de colores que ofrece la tonalidad de cada manto, ya que cada uno es de un color diferente.
Para Éufrates se ha utilizado el color Verde, para Gaza el color Morado, para Tifsaj el color Granate y para Egipto el color Azul.
La cenefa en Sedas y Oro de la parte inferior de los mantos ha sido intensificada con terciopelo Negro, y los extremos laterales se presentan calados.
La parte delantera de todos los mantos (Caida de los mismos desde el hombro del Jinete) lleban reflejadas distintas iconografías bordadas totalmente en seda.
Un detalle que merece incapié es que para poder realizar semejante estreno se bordó hasta la madrugada del Viernes Santo para culminar los trabajos del manto de Egipto, (Por ello no hay fotografías más detalladas, es más, no se pudo exponer en la mañana del Viernes Santo en Sto.Domingo debido a que las costureras estaban realizando un magnífico esfuerzo para coserle el forro, secar el engrudo, calar el dibujo de los extremos laterales, añadirle el fleco, y demás cosas que requieren semejante tipo de trabajo. Pero semejante obra de arte pudo ser estrenada para la fecha estimada. Las últimas semanas se dudaba si se llegarían a estrenar estos renovados mantos en este año, pero gracias a las magníficas manos de las bordadoras Lorquinas (No todas ellas blancas), que trabajaron sin prisa pero sin pausa, pudo realizarse semejante estreno. Una vez más hay que darles las Gracias por su dedicación al engrandecimiento de nuestro patrimonio artístico.
La parte central está ocupada por unos ricos medallones bordados en sedas, cubiertos de ricas cenefas en Oro y sedas en el abanico de colores que ofrece la tonalidad de cada manto, ya que cada uno es de un color diferente.
Para Éufrates se ha utilizado el color Verde, para Gaza el color Morado, para Tifsaj el color Granate y para Egipto el color Azul.
La cenefa en Sedas y Oro de la parte inferior de los mantos ha sido intensificada con terciopelo Negro, y los extremos laterales se presentan calados.
La parte delantera de todos los mantos (Caida de los mismos desde el hombro del Jinete) lleban reflejadas distintas iconografías bordadas totalmente en seda.
Un detalle que merece incapié es que para poder realizar semejante estreno se bordó hasta la madrugada del Viernes Santo para culminar los trabajos del manto de Egipto, (Por ello no hay fotografías más detalladas, es más, no se pudo exponer en la mañana del Viernes Santo en Sto.Domingo debido a que las costureras estaban realizando un magnífico esfuerzo para coserle el forro, secar el engrudo, calar el dibujo de los extremos laterales, añadirle el fleco, y demás cosas que requieren semejante tipo de trabajo. Pero semejante obra de arte pudo ser estrenada para la fecha estimada. Las últimas semanas se dudaba si se llegarían a estrenar estos renovados mantos en este año, pero gracias a las magníficas manos de las bordadoras Lorquinas (No todas ellas blancas), que trabajaron sin prisa pero sin pausa, pudo realizarse semejante estreno. Una vez más hay que darles las Gracias por su dedicación al engrandecimiento de nuestro patrimonio artístico.
GAZA: En él aparece una cortesana Romana.
EÚFRATES: En él aparece reflejada Semiranis, mujer del Rey Nabucodonosor.
TIFSAJ Ó TAFSA: En él aparece el busto de Alejandro Magno.
EGIPTO: En él aparece un faraón egipcio que parece mirar por encima del hombro con aires de superioridad.
Una mirada atrás en el tiempo:
Imagen 1: Eúfrates; Imagen 2: Gaza; Imagen 3: Tafsa; Imagen 4: Egipto; Fuente: Antigua web del Paso Blanco.
Más fotos en:
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