Asunción o, como a ella prefiere que le llamemos, Asun es la persona que se encarga cada Semana Santa del arreglo floral de la Virgen de la Amargura, de la Santa Mujer Verónica y de San Juan Evangelista.
Y como sabemos lo importantes que son sus manos dentro del Paso Blanco, hemos querido homenajearla con esta entrevista. Haciendo que todo el mundo sea conocedor del trabajo que desempeña dentro de nuestra cofradía y con el cariño que lo hace.
¿CÓMO LLEGASTE AL PASO BLANCO?
Todo empezó hace alrededor de veinte años, cuando mi marido y yo decidimos casarnos. Porque yo misma fui la encargada de arreglar la Iglesia para el día de mi boda y, ese mismo día, un familiar de mi madre, al ver lo que había hecho, me pidió que arreglara la Iglesia para la boda de su hija.
Yo, al principio, no sabía nada de flores. Empecé desde cero. Y desde cero…arreglé San Mateo.
En esa boda dio la casualidad que asistieron varios azules y varios blancos, y me pidieron que arreglara San Francisco para otra boda.
Más adelante, Dña. Conchita Góngora, que en gloria esté, vio ese último arreglo y me pidió que, por favor, arreglara la Iglesia para la boda de su hija. Esta vez en Santo Domingo.
Y ya, con el paso del tiempo le comenté a Mª Luisa Martínez y a Caridad Arcas que si podía ir a ayudar, a echar una mano con los arreglos de las flores, y poco a poco me fui introduciendo en este mundillo. Porque las flores siempre me han gustado.
La primera vez que me dispuse a arreglar un trono, como una ayuda más, fue en el trono de San Juan.
Recuerdo que estaba Eduardo Montesinos arreglando el trono con Gladiolos blancos y me puse a ayudarle un poco.
Eso fue lo primero que hice en temas relacionados con Semana Santa.
Años posteriores ayudé a Mª Luisa y a Caridad Arcas, que estaban arreglando el trono de la Verónica con Gladiolo naranja. Ellas arreglaban la parte frontal y la parte posterior del trono, y a mí me dejaban los laterales.
Recuerdo, con cariño, cómo se nos hacían las cuatro de la mañana y empezaba a costar poder mantener los ojos abiertos.
¿QUÉ FLORES SON LAS MÁS USADAS EN EL PASO BLANCO?
Como todo el mundo sabe, la flor de la Virgen es el Clavel, y en el Triduo colocamos la Rosa.
El pasado año, (2012), utilizamos la Rosa Vendela, que es un tipo de flor que aguanta muy bien los diferentes días en que se celebra el Triduo.
Antes se utilizaba también, para el Viernes Santo, la Orquídea. Porque se quería innovar un poco. Pero actualmente se realiza el arreglo solamente con Claveles.
En el trono de la Verónica se utilizan tres tipos de flor diferentes: Anturium, que es la flor que caracteriza al trono; Orquídea Dendrobium; y Orquídea Cymbidium. (La primera es blanca y alargada y la Cymbidium es más redonda. Quizás, esta última, un poco más común).
Se ha intentado cambiar un poco el color de las flores de la Verónica. Primero iba rosa, luego se intentó colocar algunas flores con tonos marrones, y se ha pensado el ir cambiando un poco los colores para no encasillarse en un solo arreglo floral.
Que lleve la misma flor, pero cambiando un poco de color.
PAUTAS A SEGUIR CON EL ARREGLO DEL TRONO DE LA VIRGEN
Para el arreglo del Viernes Santo tenemos el tiempo justo porque, aunque el año pasado no ocurriera así al no disponerse de la Capilla debido a los seísmos, tenemos que esperar a la recogida del Santísimo Cristo del Rescate. Porque además se realiza un encuentro emotivo entre las dos imágenes cuando el Cristo entra en la Iglesia.
Y por todo esto disponemos de las horas contadas.
Una vez el Cristo ya está en la Iglesia y se cierran las puertas, empezamos a quitar las flores del trono de la Virgen, a quitar las esponjas, a poner unas nuevas y a clavar Claveles.
Puede que sean las dos de la mañana y aun no has empezado a colocar Claveles. Y claro, tienes hasta las diez de la mañana. Ocho horas que, a veces, son escasas.
Recuerdo el primer año que arreglé el trono de la Virgen que se abrieron las puertas a las diez y yo estaba todavía poniendo Claveles. Pero con el tiempo se coge experiencia y ya no ha vuelto a pasar.
De ese mismo año, guardo una anécdota que me llegó muy dentro. Y es que cuando se abrieron las puertas para que la gente pudiese entrar a ver a la Virgen, todo el mundo que se agolpaba en la puerta entró haciendo palmas. Y fue muy emocionante.
(Nos cuenta emocionada y con una sonrisa).
¿QUÉ FLOR CONLLEVA UNA MAYOR DIFICULTAD?
El Clavel, sin duda.
Una Rosa, si tiene 60 cm, pues todas vienen con 60 cm.
Pero a la dificultad del tallo del Clavel hay que añadirle la dificultad de lograr el color del Clavel.
El Clavel de la Virgen es un tipo de Clavel muy difícil de conseguir. Tú no puedes ir a comprarlo a una tienda, porque es de una clase que es muy difícil. Y no todos los mayoristas trabajan con este tipo de Clavel.
La vida de una planta de Clavel es de tres años, y el último año ya no nos vale porque la calidad baja considerablemente. Por lo que disponemos de dos años por plantación.
El segundo año el Clavel es más fino y cuesta un poco más arreglar el trono. El pasado año fue de primera, este quizás cueste un poquito más.
El Clavel, al no tener hoja no cuentas con cubrir la profundidad. Hay que colocar un Clavel y luego otro, y luego otro, etc. hasta lograr tapar todos los huecos. Y, además, es que conforme metes la mano se quiebran. Hay que tener un especial cuidado.
Con la Rosa, por ejemplo, no tienes ese problema.
Además del inconveniente del tiempo, influye mucho el número de flores. Para el Triduo se piden de 800 a 1000 Rosas, y para el Viernes Santo se piden de 4000 a 5000 Claveles.
¿QUÉ SE SIENTE SIENDO DE ESAS POCAS PERSONAS QUE PUEDEN ESTAR TAN CERCA DE LA VIRGEN?
Hay momentos que no se pueden explicar con palabras.
Yo la primera vez que vi a la Virgen entrar y salir, aunque soy azul, sentí una emoción que me hacía temblar.
Sé que hay muchos blancos, que llevan toda su vida allí, y que no han podido subirse al trono o tocar a la Virgen. Yo lo sé. Y fíjate donde estoy.
Para mí, que los blancos me dejen estar tan cerca de su Virgen es una satisfacción muy grande. Grandísima. Yo estoy en deuda con los blancos.
A mí me han llegado a preguntar: “Oye, ¿Y no cobras?”; Y yo les contesto ¿Pero yo qué voy a cobrar? Yo no cobro un duro. Ni lo cobraré en mi vida.
Considero que el arreglar a la Virgen es algo que no podría hacer cobrando. No podría.
Lo que se hace con el corazón no tiene precio.
Además, (se emociona y deja asomar alguna lágrima) he pasado unos momentos un poco difíciles en cuanto a temas de salud y yo tengo que estarle enormemente agradecida a la Virgen. Lo único que tenía claro hace dos años era que yo en Semana Santa tenía que estar con mi Virgen. Y que tenía que subirme al trono y arreglarla para el Viernes Santo y para el Triduo. Ella fue mi meta y considero que si lo conseguí fue gracias a Ella.
LAS FLORES EN EL REGRESO DE LA VIRGEN DE LA AMARGURA TRAS LOS SEÍSMOS DEL 11 DE MAYO
El arreglo de flores del traslado fue de ese tipo porque lo teníamos todo a favor. A varios miembros de la Comisión les gustaba ese tipo de flor, la Rosa “pitiminí”, y vimos la ocasión perfecta.
Esa es un tipo de flor que no aguanta mucho. Una vez se puso para el Triduo y duró muy poco.
Pero como teníamos la suerte que era Enero y hacía mucho frío, consideramos que era una oportunidad maravillosa, y decidimos utilizarla para arreglar a la Virgen.
Ese arreglo consistía en dos o tres tipos de Rosa “Pitiminí”, la Rosa Titanic (que es la Rosa más grande) y la Rosa Bombardier (que es un tipo de Rosa muy pequeñita, como si fueran jazmines, que daban la profundidad).
Yo recuerdo este día como uno de los más emotivos. Porque estamos acostumbrados a ver a la Virgen bajo el Palio y, esta vez, no solo iba sin palio sino que el sol le iba iluminando la cara. Y fue muy emocionante verla salir de Santiago con todo el sol resplandeciente.
¿INFLUYE EL TEMA ECONÓMICO EN LAS FLORES DE LOS TRONOS?
Se intenta gastar solo lo necesario.
Es un tema que influye, sin duda. Y desde los seísmos estamos intentando recortar un poco, porque hace falta mucho dinero ahora con la Capilla.
Ya el pasado año el trono de San Juan salió en Viernes Santo con las flores de palma. Y, además, tengo que decir que es un arreglo que gusta mucho.
¿ES MÁS COMPLICADO ARREGLAR EL TRONO DE SAN JUAN CON LAS FLORES DE PALMA O CON LAS FLORES FRESCAS?
Ojea nuestro reportaje sobre las Flores de Palma.
Ojea nuestro reportaje sobre las Flores de Palma.
Las flores de palma conllevan más trabajo. No solo porque además hay que hacerlas, sino porque es una flor más pequeña, ocupa menos espacio y requiere mayor esfuerzo.
Con la flor fresca se va cubriendo el trono con una mayor rapidez y es distinto.
Recuerdo que cuando se empezó a arreglar el trono de San Juan con flores de palma, se pedían alrededor de 120-130 docenas y ahora se piden 180 docenas de cada. Hemos ido mejorando con los años y, además, el número de flores ya vaticina un mayor esfuerzo.
¿CUÁNDO SE ARREGLA CADA TRONO?
Pero desde hace tres años más o menos, como la misa del Domingo de Ramos es televisada, intentamos preparar primero a la Virgen.
Siempre tenemos flores de repuesto para retocar el trono de la Virgen durante el Triduo, porque tiene que aguantar desde el Sábado hasta el Jueves. Y son muchos días.
El Martes es el turno del trono de la Verónica. Que tiene que estar listo para la procesión y encuentro del Miércoles Santo.
En este trono colaboramos Caridad Arcas, Eugenia y yo.
Y la noche del Jueves Santo, cuando se recoge la procesión, toca preparar el trono de la Virgen. Que ya me tienen que decir: “Bájate”.
¿QUÉ SIENTE CUANDO VE LOS TRONOS SALIR A LA CALLE?
Es un orgullo.
Que yo con mis manos y una pequeña navaja pueda no embellecer, porque a la Virgen no le hace falta nada. A ella le sobra todo lo que le pongas. Pero que le ayude con mi grano de arena para que salga a la calle, eso no tiene palabras.
Yo estoy muy agradecida a los blancos por dejarme estar tan cerca de su Virgen y porque me permitan ponerle las flores a su Virgen.
QUEREMOS AGRADECER A ASUN QUE NOS HAYA ABIERTO LAS PUERTAS DE SU CASA, Y DE SU CORAZÓN, PARA PODER REALIZARLE ESTA ENTREVISTA.
ASUN ES UNA PERSONA CON UN CORAZÓN QUE NO LE CABE EN EL PECHO, Y QUE COLABORA DE FORMA ALTRUISTA EN EL PASO BLANCO.
UNA VEZ MÁS, MUCHAS GRACIAS.
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